La vida sin vida hecha.
El reloj avanzaba
anunciando el paso del tiempo. Fuera el viento iba arreciando y la
lluvia, furiosa, comenzó a salpicar en el negro asfalto, haciendo
que éste brillara cual losa sepulcral.
El estado de ánimo había
cambiado conforme pasaban los minutos, las horas, desde la más
absoluta indiferencia a la ira más intensa que sentía.
Las conversaciones se
diluyeron entre los vapores de invisibles tormentas interiores. Los
susurros los gritos las risas y el llanto habían aflorado para
desaparecer en el inmenso vacío de la nada, creando el dulce sopor
del no ser, no estar. Sin espacio ni tiempo, la muerte de las
ilusiones y el jardín abrasado de la inocencia entre los compases
perdidos de la melodía inacabada de una vida gris.
El cuerpo, soporte
mortal, no sentía; apagados los deseos del alma y el espíritu ,
sumergidos en mares rojos, coronados por nubes grises descargando
toda la furia contenida en milenios.
Flotaba la materia,
vaivenes de dolor hechos. Mareas de subterfugios, horizontes de
desesperanza. La lluvia convertida en sangre, el viento en lanzas que
traspasaban los heridos corazones.
Anulado el ser, porque
hacía tiempo no existía, el dolor sin dolor causado, rota el alma
en mil pedazos y en cada uno cien mil espinas clavadas. Llora el
corazón, cristales rasgando el cielo. Pero el cielo no responde
porque el infierno está dentro. Llamas de ira abrasan la materia.
El universo se funde para
no regalar la muerte en vida.
La marcha fúnebre de
silencios hecha no acompaña al que morir no puede y vive sin vida,;
mientras una losa espera, mas el tiempo se ha fundido, no hay pasado
ni presente ni futuro. No existe el bien el mal, arriba o abajo, este
u oeste. Vacío e infinito, solo eso.
Y esta pluma que una mano
sostiene no es sino, el último resquicio de los sueños robados.
Si puedes leer esto solo
será tu mente que al fin ha logrado saber la verdad.
La verdad mata, ¿estás
muerto?. ¿Has podido al fin morir tu?, ¿te regalo la vida esta
muerte?. ¿Eres aquel al que todos esperan? , ¿el qué logró burlar
el cerco y escapó de su cuerpo mortal?.
Si es así, rescata a
este mundo roto. A los que sin vida esperan la vida eterna, a los que
morir no pueden porque nacieron muertos.
Ayuda, a los que como yo,
la verdad conocieron.
Marisa
1 comentario:
Me gusta. Es existencial, íntimo y sincero. Me ha parecido un lamento que sale del fondo del alma en búsqueda desesperada de respuestas sobre la existencia humana.
Me permito decirte que tu existes por amor y para amar. Así podrás ver en tus raíces antropológicas, el destino último de la búsqueda de la felicidad.
"Yo soy el camino, la Verdad y la Vida" (Jesús deNazaret)
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