sábado, 11 de diciembre de 2010

10 de diciembre


Otro año más se acerca la navidad, otro año más las listas de la compra, los regalos, los adornos navideños, los villancicos. Mientras vemos pasar la vida, los años se escurren entre los dedos, nos desearemos feliz año nuevo y¿ será otro más o será diferente?. La esperanza de que sea mejor nos invade, los deseos, la ilusiones se encienden al igual que las luces de la calle. Al llegar Enero se apagarán y veremos que todo sigue igual, que la lucha no termina y aprenderemos de nuevo a vivir con los deseos apagados.
Hoy he paseado por Ibiza, el día era magnífico, la temperatura primaveral, andando por sus calles mirando escaparates, las colas en las administraciones de loterías, comprando un trocito de ilusión, comprando la esperanza, ese papelito que nos permita soñar unos días.
Sin embargo falta la sonrisa, un sábado más para leer el periódico, tomar café en una terraza, disfrutar del tiempo libre, aún las tiendas no están llenas. Los peatones se mueven al compás de la ciudad.
Hemos de desplazarnos a la playa, al campo para ser nosotros mismos, estar en contacto con esa naturaleza que nos hace sentirnos parte de ella. Aquí es fácil hacerlo, todo está cerca, las distancias no son grandes y ciudad campo y playa conviven en perfecta armonía.
Navidad es nacer, otra vida es posible aún dentro de la rutina diaria. Para nacer de nuevo hay que morir. Morir es dejar atrás los resentimientos, la amargura, las metas irrealizables, el rictus amargo del rostro. Nacer es crear nuevas ilusiones, metas alcanzables, una sonrisa en los labios. Prepararnos cada día para librar una pequeña batalla y salir victoriosos, no caer en el abatimiento, regalarnos unos minutos diarios sin ruidos, sin presiones, para estar en contacto con nuestro yo más profundo, y así comprendernos y perdonar nuestras propias imperfecciones.
Seamos indulgentes al mismo tiempo que hacemos el esfuerzo para cambiar aquello que no nos gusta.
Os invito a compartir las experiencias de estas fechas.

marisa

1 comentario:

Anónimo dijo...

FANTÁSTICO.
NO HAY MÁS PALABRAS MARISA.