sábado, 6 de diciembre de 2014




                                                  La vida sin vida hecha.






El reloj avanzaba anunciando el paso del tiempo. Fuera el viento iba arreciando y la lluvia, furiosa, comenzó a salpicar en el negro asfalto, haciendo que éste brillara cual losa sepulcral.
El estado de ánimo había cambiado conforme pasaban los minutos, las horas, desde la más absoluta indiferencia a la ira más intensa que sentía.

Las conversaciones se diluyeron entre los vapores de invisibles tormentas interiores. Los susurros los gritos las risas y el llanto habían aflorado para desaparecer en el inmenso vacío de la nada, creando el dulce sopor del no ser, no estar. Sin espacio ni tiempo, la muerte de las ilusiones y el jardín abrasado de la inocencia entre los compases perdidos de la melodía inacabada de una vida gris.

El cuerpo, soporte mortal, no sentía; apagados los deseos del alma y el espíritu , sumergidos en mares rojos, coronados por nubes grises descargando toda la furia contenida en milenios.

Flotaba la materia, vaivenes de dolor hechos. Mareas de subterfugios, horizontes de desesperanza. La lluvia convertida en sangre, el viento en lanzas que traspasaban los heridos corazones.

Anulado el ser, porque hacía tiempo no existía, el dolor sin dolor causado, rota el alma en mil pedazos y en cada uno cien mil espinas clavadas. Llora el corazón, cristales rasgando el cielo. Pero el cielo no responde porque el infierno está dentro. Llamas de ira abrasan la materia.
El universo se funde para no regalar la muerte en vida.

La marcha fúnebre de silencios hecha no acompaña al que morir no puede y vive sin vida,; mientras una losa espera, mas el tiempo se ha fundido, no hay pasado ni presente ni futuro. No existe el bien el mal, arriba o abajo, este u oeste. Vacío e infinito, solo eso.

Y esta pluma que una mano sostiene no es sino, el último resquicio de los sueños robados.

Si puedes leer esto solo será tu mente que al fin ha logrado saber la verdad.

La verdad mata, ¿estás muerto?. ¿Has podido al fin morir tu?, ¿te regalo la vida esta muerte?. ¿Eres aquel al que todos esperan? , ¿el qué logró burlar el cerco y escapó de su cuerpo mortal?.

Si es así, rescata a este mundo roto. A los que sin vida esperan la vida eterna, a los que morir no pueden porque nacieron muertos.

Ayuda, a los que como yo, la verdad conocieron.


Marisa

1 comentario:

Jordi dijo...

Me gusta. Es existencial, íntimo y sincero. Me ha parecido un lamento que sale del fondo del alma en búsqueda desesperada de respuestas sobre la existencia humana.
Me permito decirte que tu existes por amor y para amar. Así podrás ver en tus raíces antropológicas, el destino último de la búsqueda de la felicidad.
"Yo soy el camino, la Verdad y la Vida" (Jesús deNazaret)